Ella es tan bonita… la mire como la mire, de fuera hacia dentro o de dentro hacia fuera, que a veces pienso que no puede ser real. Si todo el mundo la conociese tal y como lo hago yo, estoy segura de que pensaría lo mismo. Ella es de esas personas que sientes que no mereces. Porque es tan especial y me hace sentir tan bien, que sé, que ni en un millón de años podría devolverle todo lo que me da.
Incluso a veces me pregunto, que era de mi vida antes de conocerla. Pero créeme, que al hacer memoria, me invade una sensación de vacío muy extraña, porque ahora no puedo concebir mi día sin ella.
Es muy fácil quererla. A su lado todo parece… sencillo. Incluso mis problemas, esa nube espesa de esos pensamientos que me rondan por la cabeza y por la noche no me dejan dormir, se desvanece al verla, como si fuera magia.
Cuando estoy con ella, es esa clase de ser humano extraordinario, con el poder de darme paz y hacer que me levante de la cama cuando no quiero existir. Es tan especial, que juraría que no es real... Pero para mi suerte, existe.
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