miércoles, 19 de octubre de 2022

Un nuevo día a tu lado





La mayoría del tiempo, me gustaría ser capaz de definir de forma correcta todo lo que me haces sentir. Como ya intenté explicar, es tan diferente a lo que ya conocía antes, que siento que me resulta muy difícil, casi imposible diría yo, encontrar las palabras adecuadas. Es como si volaran a mi alrededor y nunca fuera capaz de atraparlas. Pero están ahí. Las conozco y sé lo que quiero decir, pero fallo siempre en el intento, pues siento que todo se queda corto cuando hablo de las miles de cosas nuevas que siente cada rincón de mi cuerpo, que ninguna palabra es la adecuada para definirlo.

Pocas son las veces que me quedo sin nada que decir, aunque sabes mejor que nadie, que cuándo se trata de hablar, las palabras se quedan en las puntas de mis dedos esperando a ser escritas. Y aún así, sigo siendo incapaz de definir todo esto que siento. Tal vez sea que es tan grande que las palabras no le hacen justicia, que este amor no se puede medir con nada y que, ojalá, nunca lo haga. Así, lejos de etiquetas y definiciones, lejos de todo lo que iguala al resto, seguiremos siendo diferentes en lo nuestro, “únicas” diría yo. No te negaré que estoy deseando gritar a los cuatro vientos lo que somos, gritar que caminamos de la mano por este camino lleno de obstáculos, hablar de ti, hablar de nosotras… pero en el fondo sé, que me basta con que tú y yo lo sepamos.Aunque supongo que ya lo sabes. Si no, es que algo estoy haciendo mal.

Anoche soñé con un mañana perdido entre tus brazos, arropando tu aroma en la mañana o callando con un beso los lamentos que la vida te haga sufrir. Quizá así, juntas, el mundo parezca un poco menos malo y el camino que nos quede por vivir sea eterno. Un paseo por la vida de tu mano, rumbo a un futuro que acecha pero no asusta, pues sé que tú estarás en él.

Y llegado el momento, me negaré a despedirme. Es algo para lo que nunca estaré preparada. Cuando se trata de volver a verte, “pronto” suena a demasiado lejos.

Y una vez más, con resignación, te veré subirte al coche y te imaginaré conduciendo con la música a toda pastilla, hasta aparcar el coche en tu plaza de garaje. Te veré cerrar los ojos mientras permaneces unos minutos en su interior, mientras piensas en escribirme para decirme que has llegado. No pararemos de hablar hasta que llegue la hora de irnos a la cama, cada una a la suya, algo temporal, prometiéndonos que pronto estaremos la una al lado de la otra, haciéndonos reír, confesándonos secretos y cogiéndonos de la mano. Planearemos juntas lo que haremos mañana y te daré nerviosa las buenas noches mientras te beso, deseando volver a dártelas un buen rato después, cerrando el ciclo de lo que podría llamar un día ideal.

Mañana más y mejor.

Contigo.



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